Todo lo que necesitas saber sobre el cáncer oral y cómo detectarlo La detección rápida del cáncer oral o bucal es muy importante para conseguir frenarla y curarla cuantos antes. Conocer las posibles causas y como detectarlo te ayudará.
La detección rápida del cáncer oral o bucal es muy importante para conseguir frenarla y curarla cuantos antes. Conocer las posibles causas y como detectarlo te ayudará. 1. ¿Dónde puede aparecer el cáncer oral? El cáncer oral es un tipo de cáncer de cabeza y cuello que se produce en la cavidad oral, la cual está comprendida por: Labios 2. ¿Qué fomenta la aparición de cáncer de boca? La probabilidad de padecer cáncer de boca es mayor en fumadores que la de otras personas. También eres más propenso si bebes alcohol de forma habitual; y si haces las dos cosas, tu riesgo se multiplica, pues los efectos perjudiciales del tabaco y el alcohol se potencian cuando se consumen simultáneamente. La salud de tu boca también influye: la dentadura rota y en mal estado, las caries y las prótesis dentales (que pueden producir lesiones en la mucosa, por el roce) favorecen estos tumores. La radiación solar aumenta el riesgo de cáncer labial. Las infecciones por el virus del papiloma humano (uno de los factores de riesgo de este cáncer), que se transmite a través de las relaciones sexuales sin protección, cada vez en personas más jóvenes. El cáncer oral no es muy frecuente (supone un 2-4 % de todos los cánceres), Y se da más en hombres mayores de 40 años, fumadores. 3. Algunos consejos para detectarlo… El cáncer de la cavidad oral suele empezar por una lesión pequeña; por ejemplo: una zona enrojecida o blanquecina (se llama leucoplasia), una úlcera que puede o no doler, un área algo endurecida o que sangra… Si no existe una causa aparente y persiste más de dos semanas, la lesión es sospechosa de ser maligna. Estos son otros de los síntomas o signos que pueden padecer las personas con esta enfermedad. Lo que no significa que por tener alguno de estos síntomas padezcas cáncer oral, ya que podría producirse por otra afección médica. La llaga en la boca o en el labio que no cicatriza. “Si tienes alguno de estos síntomas, sin que existe una causa aparente, y persiste más de dos semanas, la lesión podría ser maligna. Es aconsejable visitar a tu médico de confianza.” Por supuesto, en muchos casos no lo será, pero en general debe biopsiarse (es decir, coger un trocito de tejido para analizarlo en el laboratorio). A veces estas alteraciones de la mucosa de la boca son precancerosas; son benignas, pero deben tratarse, porque si se dejan pueden evolucionar a cáncer. Otras veces se acompañan de bultos en el cuello (ganglios aumentados de tamaño), lo cual aumenta mucho la probabilidad de que la llaga sea cancerosa. En el caso de percibir alguna de estas anomalías, como hemos dicho, por más de dos semanas, debe acudir a su médico de cabecera. 4. ¿Cómo lo puedo tratar? La cirugía y la radioterapia son los pilares del tratamiento. La quimioterapia se usa en estadios más avanzados, cuando existen metástasis. Lo más aconsejable es seguir las pautas del médico de su confianza que le este tratando. 5. ¿Qué puedo hacer para prevenirlo? Lo mejor que puedes hacer es dejar el tabaco y el alcohol. Cepíllate los dientes todos los días y visita a tu dentista de confianza dos veces al año. Utiliza protector solar en los labios. Y, si tienes alguna llaga/ulceración que no cura en dos semanas, consulta con tu médico. La detección rápida de cualquier enfermedad es muy importante para conseguir frenarla y curarla cuantos antes. Así nos afectará lo mínimo posible a la salud, y por tanto a nuestra calidad de vida. Fuente: Ochogavía Clinica Dental
Mejillas
Encías
Suelo de la boca (debajo de la lengua)
Parte móvil de la lengua
Paladar duro (el techo óseo de la boca)
Pequeña área que hay detrás de las muelas del juicio.
Mancha roja o blanca en las encías, la lengua, las amígdalas o el revestimiento de la boca.
Nódulo en el labio, la boca, el cuello o la garganta o sensación de engrosamiento de la mejilla.
Dolor de garganta persistente o sensación de algo atorado en la garganta.
Ronquera o cambio en la voz.
Adormecimiento de la boca o la lengua.
Dolor o sangrado en la boca.
Dificultad para masticar, tragar, o mover la mandíbula o la lengua.
Dolor de oído y/o mandíbula.
Mal aliento crónico.
Cambios en la forma de hablar.
Pérdida de piezas dentales o dolor de dientes o muelas.
Dentaduras postizas que ya no encajan.
Pérdida de peso sin razón aparente.
Pérdida del apetito, en especial cuando es prolongada; esto puede suceder durante los estadios más avanzados de la enfermedad.
Si el tumor es pequeño, pueden tratarlo solo con cirugía. Te extirparán el carcinoma completo y al menos 2 cm de la zona sana que lo rodea, y además los ganglios del cuello, estén afectados o no.